Friday, April 28, 2006

Gnoseología

Nociones del concepto de conocimiento


Mucho se ha dicho a lo largo de los años sobre la teoría del conocimiento y sobre la forma misma en que este se adquiere. Diversas doctrinas formadas a lo largo de la historia han fomentado una forma única que describe el proceso de obtener conocimiento de la manera más pura posible. Pero lo que muchas veces no se dice es la gran contrariedad que estas representan y el como, el entendimiento, muchas veces no es equiparable a conocimiento adquirido. Si se hace un diagrama de esta progresión histórica del conocimiento, se llegará a un entendimiento pleno, que es lo que a continuación vamos a tratar.
Es más que una cuestión impórtate por mencionar. La mayor parte de la estructura social y el modo de vida en que se encuentran viviendo las personas, depende mucho del concepto histórico en que se desarrollaron. No existe futuro sin pasado, ni vida sin historia. Es por ello que las ideas desarrolladas en tal o cual situación histórica definieron en gran medida la forma de vida en que se adoptó. Pero por el momento, no es menester irnos a un análisis histórico de la teoría filosófica del conocimiento, si no a dar una breve explicación de lo que significa.
El desarrollo de la sociedad se debe más que nada al progreso científico y social, y este a si vez se debe al desarrollo sustancial de las ideas. El método científico, quizás el detalle más importante en el progreso de la humanidad, es uno de aquellas ideas. Durante cientos de años se han publicado tratados sobre la naturaleza, explicando los fenómenos de una u otra forma, cada cual desde puntos de vista muy diferentes. Argumentaciones tanto espirituales y religiosas, así como materialistas y sistemáticas, podían ser vistas en los viejos tratados que los monjes traducían del griego en los monasterios medievales. Pero el contexto histórico es mas profundo.
Es de sobra sabido que los orígenes del mundo occidental se encuentran en la cultura griega desarrollada desde antes del siglo VII a.c., hasta la muerte de Alejandro Magno ocurrida en el 323 a.c. En ese lapso de tiempo, en un número determinado de comunidades y de ciudades, dieron su origen los conceptos primarios de la literatura, la música, la política, las leyes, la poesía, las artes y otras características más que actualmente predominan en occidente. Desde el punto de vista de la evolución histórica del pensamiento científico, la influencia de la filosofía griega ha sido enteramente determinante. Se dieron los primeros pasos a conceptos y nociones nunca antes manejados. El entendimiento de la naturaleza fue un objetivo primordial en la mayoría de las veces, aunque, la noción de entendimiento mismo también fue tratado profundamente. El pensamiento científico, iniciado y promovido por la cultura griega, ha sido, tal vez, una de las mas solemnes creaciones. La ciencia es una aventura intelectual. Una gran esperanza para nuestro inquieto y problemático mundo.
Pero no vallamos muy lejos. Hay que mencionar el como este pensamiento se fue desarrollando.
Todo comenzó en los anales de la filosofía griega, en los que se trataba de explicar la condición humana y su existencia. La gran mayoría de los pensadores formaban argumentos mitológicos, teológicos, casi fantásticos, basados en alegorías o fabulas míticas hoy clásicos de la literatura, como la Iliada o la Odisea. Pero esto no era suficiente. No se podía explicar la naturaleza del mundo con meras especulaciones mitológicas. Era necesario y forzoso algo más. Se inaugura entonces una filosofía como paradigma racional y original, ocupando un punto de bifurcación dando paso a un nuevo camino que terminó diezmando la religión, el rito y el mito. Fue esta la labor de los presocráticos, los filósofos existentes antes de Sócrates, quienes iniciaron una nueva y completa revolución en el pensamiento filosófico. Tales de Mileto, Anaximandro, Heráclito, y otros mas, pusieron las bases en la cuales se levantaría la ciencia moderna. Pero no fue si no hasta Sócrates, en la que se dio un gran paso en la comprensión del conocimiento humano.
“No existe conocimiento alguno, que no haya pasado previamente por los cinco sentidos.” Se afirma, y muy frecuentemente se le atribuye esta versión a Sócrates. Esto ocasionó una gran discordia con su alumno preferido, Platón, un idealista y político reprimido quien estaba obsesionado con la perfección de las ideas. A diferencia de Sócrates, Platón creía que el mundo material estaba conformado con versiones imperfectas de las ideas, que son perfectas. Todo lo material y conocido, interpretado y visto por los cinco sentidos no son mas que formas vagas y meros reflejos distorsionados de las ideas. No obstante, la importancia que le daba al pensamiento científico es más amplia de lo que se cree, pero que dentro de un profundo análisis caía en contradicción el propio Platón con sus ideas.
Primero que nada, estaba lo de la idea perfecta. No había prueba de nada perfecto en la naturaleza, mas que la naturaleza misma. Las ideas perfectas son perceptibles solo para el filósofo osado. Los profanos no podían adquirir ese conocimiento.
Esa explicación parecer ser muy viable, y cayó dentro de la preferencia de la población en general, quienes no eran filósofos, si no simples ciudadanos sin mas conocimiento que los propios mitos. Para todos ellos, la explicación de Platón no representaba una contradicción para sus creencias, al contrario, era una forma fidedigna de cimentar su confianza en la espiritualidad y el idealismo.
Platón se estableció como un legítimo pensador, y todavía lo sigue siendo. Apoyado también en su propia noción sobre la fe, que a diferencia de lo que se cree, la fe no es creer en algo ciegamente, si no en algo apoyado en la razón. No hay fe sin razón, ni razón sin fe. Esto mismo se aplica en el pensamiento científico. Cuando se hace un experimento, se tiene fe en un determinado resultado, en un determinado proceso, y en un determinado concepto. Si el resultado es contrario a lo que se creía, entonces la fe cambia, y es sustituida por una nueva fe. El concepto se renueva. Uno podía tener fe en algo determinado, pero esa fe estaba basada en un razonamiento.
Aún así había un problema.
¿Qué pruebas había de la existencia de un mundo perfecto imperceptible para los sentidos? Ninguna, hablando en el estricto sentido de la palabra. Pero los tiempos de Platón eran diferentes. Las cosas no se tomaban como hoy en día. El Oráculo de Delfos era considerado como una prueba irrefutable de un mundo ajeno al material, en donde las pitonisas entraban en contacto con unas entidades determinadas o directamente con los Dioses, y les dictaban instrucciones y vaticinaban eventos. La reencarnación, la creencia en la otra vida, fue promovida por Pitágoras, quien era otro gran pensador presocrático.
Según Platón, el alma imperfecta era purificada por medio de las numerosas encarnaciones, de ese modo se acercaba cada vez mas al mundo perfecto de las ideas. Pero, aun así, ¿Qué pruebas hay de la reencarnación? ¿Qué pruebas contamos sobre la existencia de espíritus? Mas profundamente ¿Qué pruebas hay de la existencia del mundo de las ideas? Y la respuesta sigue siendo la misma. Ninguna.
A su vez, todos esos fenómenos pueden significar cualquier cosa, y una expresión así no significa nada.
Todos los casos de hipotéticos espíritus, personas que aseguran haber reencarnado, hechos que prueban estados espirituales superiores, entre otras, son fácilmente demostrables mediante métodos científicos que a Sócrates y Aristóteles les hubieran encantado, demostrando que no son mas que simples fenómenos psicológicos y perceptivos. Era común pensar en la reencarnación, como un checo racional y científico en tiempos de Platón, ya que estaban las pitonisas para demostrarlo. Pero en los tiempos actuales creer en ello y otras cosas es algo que no sustenta la razón ni la ciencia. Ahora es simple prepucio.
Aristóteles, discípulo de Platón, pero mayor simpatizante de las doctrinas socráticas que de las platónicas, contribuyó en gran medida en una vertiente filosófica llamada “realismo”, muy confundida en lo que es ahora “materialismo”. Esta vertiente sostiene lo dicho por Sócrates, sobre las ideas y conocimientos adquiridos por medio de los sentidos. Pero no era suficiente. Aristóteles, posible obsesivo compulsivo de la clasificación, diseñó, seleccionó, y dividió el pensamiento científico en diferentes partes, ganándose el sobrenombre de “topógrafo de la ciencia” al tiempo en que realizaba una nueva clasificación de la filosofía.
El punto culminante de su pensamiento fue llamado “Gnoseología”, basando su método en el pensamiento realista. Prestó especial atención a los conocimientos que llegan a la mente y el como estos son percibidos por los sentidos. De este modo, clasificó cuatro clases de verdad: la Lógica, la Física, la Metafísica, y la Moral, todas con el firme propósito de realizar una descripción de la naturaleza y sus funciones ante el pensamiento crítico del hombre.
Con el paso del tiempo el simbolismo filosófico de Platón y el realismo de Aristóteles fomentaron la creación de las dos vertientes más importantes de la filosofía moderna; la concepción materialista y la concepción idealista. Por siglos, estas vertientes han estado en eterno desacuerdo, sobre si la materia debe su existencia a la mente o viceversa, la mente debe su existencia a la materia.
Para los idealistas, la existencia depende meramente del estado mental, dejando de lado la condición material de las cosas. Es algo que esta en completo desacuerdo el materialismo, quien asegura que la mente es consecuencia del estado material, y que sin la materia, no existiría. Un ejemplo de esto es la mente humana misma, quien si la materia –el cerebro humano, compuesto por neuronas y células-, no existiría.
Estos conceptos filosóficos están en constante contienda a pesar de tener relaciones una con entra en casos especiales. No fue si no hasta la época del renacimiento, con la llegada de Descartes, Roger Bacon, John Locke, entre otros, en que las doctrinas aristotélicas y socráticas cobraron una nueva forma. El concepto de “no hay nada en la mente que no pase por los sentidos” fue puesto en tela de juicio por Descartes y su llamado “conocimiento a priori”, partiendo de allí para el surgimiento de una doctrina filosófica llama “empirista”. Para Descartes, la certeza en el conocimiento puede alcáncense a priori, es decir, por ignorancia o por decisión consiente de la realidad. Aseguraba que primero debe sentarse la existencia de un ser pensante, y que este sea conciente de si mismo para tener una certeza de la realidad. Una vez eso, se procede a la comprensión del mundo material estimulado primeramente por la mente. Es decir: Pienso, luego existo. Cogito ergo sum.
Esto quiere decir que la certeza a priori de las cosas ya existe en la mente humana. Es un conocimiento que prácticamente no ha pasado por ninguno de los cinco sentidos, diezmando de este modo el concepto socrático. Posteriormente John Locke y Berkeley argumentaron el concepto de “existir es ser percibido” ¿Qué pasaba con esto? ¿La mente humana le daba forma a la existencia material? No precisamente.
Las cosas materiales existen. Eso es un hecho.
El que san percibidas o no por un ente conciente es otra cosa.
A los objetos inanimados y materiales no les importa si son tomados en cuenta o no. No piensan. No sienten. No sufren dolor. No tienen sentimientos. No nada. Pero en el momento en que un ente conciente las percibe, se crea el concepto de aquel objeto. Allí es donde radica la relación entre la percepción de las cosas y la existencia neta de las cosas. En el concepto.
El concepto es lo que encarna la esencia de las cosas, de lo que la mente percibe. La mente humana capta por medio de los sentidos el mundo material que le rodea. Esto genera información de las cosas que ve, y al entrar en la mente se generan los conceptos y se le da forma a las ideas. De eso modo nacen las ideas, las formas, los conceptos. La mente humana crea a la naturaleza solo en su concepto percibido. Así es como se crean las cosas. ¿Como se crea a la materia? pero solamente ante un ente conciente que las percibe.
Pero aun tenemos el problema del conocimiento a priori. ¿Puede decirse que hay conocimiento dentro de la mente que no haya pasado por los sentidos? ¿Existen pruebas de ello? ¿Puede decirse que el temor a la oscuridad, el horror a la muerte, y el principio de supervivencia sean conocimientos a priori?
Si una persona camina solo por la calle, de noche, y ve que poco a poco la calle se pone mas oscura, siente un miedo innato, débil, pero lo siente. ¿A que se debe? ¿Será algún tipo de conocimiento a priori, en el que indica la peligrosidad de adentrarse a zonas oscuras? La explicación podría ser, según Carl Sagan, más antropológica que filosófica.
Según la historia antropológica, en los tiempos mas tempranos de la especie humana, no había forma o medio alguno para defenderse de los animales salvajes. Familias enteras morían masacradas por jaurías de leones, osos, y tigres. No se podían esconder, ni moverse por la noche, ya que la mayor parte de estos animales eran nocturnos. Era en la oscuridad en donde se refugiaban, se escondían, estaban al asecho ante la incauta presa que caminaba sola. El hombre primitivo no podía adentrarse en la oscuridad. Lo matarían. Tenían que formarse comunidades, grupos, para moverse y no morir en una embestida. Cuando se descubrió el fuego comenzó una nueva era, un nuevo comienzo, en el que la oscuridad ya no era el enemigo y el lugar en donde se encuentran las bestias come carne.
Aunque los tiempos ya pasaron, la noción de temor ante la oscuridad prevaleció arraigada en el fondo del subconsciente, es algo que actualmente se denomina “memoria genética”. Nacemos en la era moderna. Ya no hay animales salvajes en la oscuridad. Ya no hay peligro de muerte. Sabemos que lo que hay en un cuarto oscuro es exactamente lo mismo a lo que habría en un cuarto iluminado. Pero aun así hay miedo.
¿Es conocimiento a priori? Para algunos sí. Para otros no.
En los inicios del hombre, el conocer animales salvajes en la oscuridad fue percibido primeramente por los sentidos. Esas percepciones llegaron al cerebro generando miedo. Posteriormente se arraigo y paso a formar parte de la condición del hombre. En sus inicios no era conocimiento a priori, si no simple experiencia de los hechos. Para las demás personas, hoy en día por ejemplo, si es conocimiento a priori, pero no del todo, por que en sus inicios pasaron por los cinco sentidos para llegar a formar parte de la memoria genética. Una persona en la actualidad no necesita tener experiencias desagradables para sentir desagrado ante la oscuridad. Ese trabajo lo hicieron ya sus ancestros.
Entonces ¿Sócrates tenia razón? ¿Nada pasa a la mente sin pasar por los sentidos? Pueden atribuirse a esto muchas cosas, pero la pregunta correcta seria: ¿Qué es lo que conocemos, que no sea percibido por ninguno de los cinco sentidos? Y es allí en donde nos topamos con una buena premisa.
Primeramente tenemos: la radiación ultravioleta, radiación infrarroja, hoyos negros, estrellas negras, materia oscura, antimateria, rayos X, bacterias, reacciones químicas atmosféricas, radiación cósmica, radiación de fondo estelar… etc, etc, etc, y la lista puede ser larga. Pero, si las bacterias pueden ser vistas por medio de un microscopio ¿Por que entra en las cosas percibidas sin la ayuda de los sentidos? Por que se requiere un instrumento para que sea percibido. Antes del microscopio nadie sabía que las bacterias existían. Eran completamente desconocidas. De no ser de la invención de diversos dispositivos no conoceríamos muchas cosas que ahora son muy comunes.
La radiación infrarroja es otro ejemplo. Muchos lo visualizan como una luz roja de extrañas proporciones, una especie de radiación de color rojo. Pero no. No es nada de eso. Es mas, el ser humano nunca sabrá de qué color es el infrarrojo. El ojo humano solo aprecia una cierta gama de colores, que va desde el violeta hasta el rojo. Nada más. De allí en fuera no ve nada, es invisible completamente. La radiación infrarroja fue descubierta mediante el tratamiento de un lenguaje meramente abstracto, las matemáticas. Sin ellas, muchas cosas no existirían para el hombre. Por medio de las matemáticas se descubrieron ciertos parámetros que se suponen “no deberían existir”. Nuevas dimensiones en espacios temporales. Nuevas estructuras en el espacio. Nuevas descripciones del mundo natural. Las matemáticas sirvieron para revelar al hombre un conocimiento verdaderamente oculto de la naturaleza.
Las cosas que no se pueden ver, tocar, sentir, oler y saborear, fueron registradas por medios muy aparte, por instrumentación que emulaba la condición original de aquellas cosas para que el hombre pudiera verlas. Mediante determinados instrumentos, podemos ver de noche sin necesidad de luz. Podemos saber lo que hay debajo de los océanos sin tener que bajar. Podemos saber de que se compone las atmósferas de distintos planetas sin tener que tomar muestras. El hombre esta limitado ante la percepción del mundo con solo sus cinco únicos sentidos. Pero no obstante, y verdaderamente inconforme con ello, desarrollo lenguajes que le permitiesen ver que hay mas allá, y consecuentemente crear medios para “expandir” los sentidos.
Pero hasta allí llega.
De simples imágenes emuladas no podrá pasar. No podrá saber nunca en realidad como son las cosas que percibe mediante sus instrumentos. Nunca podrá escuchar exactamente lo que escucha una araña. Nunca podrá ver lo que ve exactamente un insecto. Cada ente viviente fue diseñado mediante la selección natural para que percibiera ciertas cosas específicas. Al hombre se le otorgó una gama de visión de colores, un espectro de audición, y un determinado nivel te cato y olfato. Otros animales, dependiendo de su modo de vida, perciben otras cosas muy diferentes.
A todo esto podemos decir que el conocimiento humano depende del modo en que la información es percibida, es interpretada, y es captada. Si los sentidos son distorsionados, es decir, tengo un problema de gusto y los sabores amargos me llegan dulces y los dulces amargos, estoy formado una imagen distorsionada de la realidad. Es el caso de los daltónicos. No ven bien ciertas cosas que inmiscuyen el rojo y el azul.
La mente humana es la que construye el conocimiento. Es la que le da forma, lo ordena y modifica. El conocimiento depende de la mente, mas no la materia depende de la mente. Los conceptos son los que se modifican, la impresión es la que cuenta. Podemos ver que muchas cosas pasan, pero estarán captando solo una mínima parte de lo que en realidad es. Este principio ya fue mencionado anteriormente por Heisenberg, al formular su “principio de incertidumbre”, en donde se afirma que el resultado de un experimento es afectado meramente por el hecho de ser observado.
Uno nunca sabrá cuando la información llega distorsionada y cuando no. Lo único que puede hacer es capacitarse a si mismo para comprender lo mejor que se pueda las cosas y poder entenderlas, ya después podrá filtrarlas, desglosarlas, y separar lo que esta distorsionado de lo que no lo esta. Es cuestión de entrenamiento perceptivo. Y de conocer lo que se quiere hacer.
Como Aristóteles decía del hombre, que es un animal político, y tiende a ser sociable, a ser razonable, y a manejar con su razón lo que pueda de la naturaleza humana para buscar el conocimiento universal de las cosas.
Al fin de cuentas, si la mente solo crea una nocion imperfecta de la materia en su estado real y esacto, puede desirse que es el analogo a las ideas perfectas de Platon. Solo apreciamos el mundo imperfecto. El mundo real es el perfecto, es el ideal.
Y lo ideal es inalcanzable.
Eduardo Ibarra

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